La maldición del otro bar Garibaldi: «No es de Pablo Iglesias, no forcéis el cierre»>


Aunque su aventura como empresario de la hostelería ha durado, de momento, solo cinco días sin averías , está claro que mediáticamente ha sido un éxito el debut de Pablo Iglesias al frente de la Taberna Garibaldi . Pocas veces una tasca de barrio ha sido tan comentada en todo el mundo, lo que ha provocado consecuencias inesperadas incluso para otros locales.Este lunes, apenas horas después de que Iglesias se viera forzado a cerrar su bar por una rotura de cañerías, en el Garibaldi Club de la calle Clara del Rey se despertaban con una pintada en su cierre: «Este local no es el de Pablo Iglesias . Por favor, no forseis (sic) la puerta». La sorpresa de los vecinos por este grafiti es absoluta, no solo por el mensaje en sí, sino porque lleva meses cerrado . Así lo aseguran los vecinos de la zona.Eso no ha impedido que la solidaridad se desborde con ellos. En las reseñas de Google, donde aún aparece como un negocio en activo, se han desbordado los mensajes de cariño como «le pongo cinco estrellas para compensar» o algunos más directos como «Yo os recomiendo cambiar el nombre del local por «no somos el bar de la rata con coleta» .Noticias Relacionadas estandar Si «¿Aquí se sirve a los de ABC?» En la Taberna Garibaldi: el día en que Podemos cabía en un bar Chapu Apaolaza estandar No Críticas a la taberna Garibaldi de Pablo Iglesias por las fotos ‘fake’ de su carta María CarbajoLa realidad es que detrás de esta pintada hay un intento de robo y una suerte de maldición que comenzó hace ya unos años, cuando un antiguo pub inglés , el Scorpio , cerró por jubilación de su dueño y cuyo hijo no supo llevar las riendas y después de muchos años, acabó cerrando.«Era el típico pub inglés, con luz tenue, muy tranquilo y siempre estaba lleno. Los fines de semana se ponía a reventar. Ponían un café irlandés muy rico. Estaba muy bien», relata a este periódico una de las responsables de una farmacia cercana, que es quien explica también que luego ese fue un restaurante . Duró muy poco tiempo, ya que no tenía salida de humos.El pub inglés, el restaurante y ahora el Garibaldi Lounge Club han estado en manos de distintos gestores, ya que el local es un bajo comercial de una una mujer mayor que posee varios pero que no los gestiona, sino que los alquila.Un robo el día antes de la inauguración del Garibaldi de Pablo IglesiasDespués del cierre del restaurante, un hombre sudamericano decidió alquilarlo y asumir las riendas para montar un bar de copas. Su nombre: Garibaldi Lounge Club . Hizo una reforma integral y llegó a convertirlo en un lugar de moda, sin saber nada en absoluto de que iba a coincidir su nombre con el del bar de Iglesias. Hasta cierto punto, puede considerarse que tuvo su momento de gloria, pero jamás fue el bar de moda en la noche madrileña. Apenas estuvo abierto un año.Desde que abrió, se encontró con un problema muy habitual de este tipo de negocios: los ruidos . Los vecinos interpusieron numerosas denuncias al respecto, hasta que le obligaron a cerrar. De hecho, bajo un «Cerrado por avería» de octubre de 2023, bajaron la puerta para no volver a abrirla. «Nos vemos pronto», anunciaban en sus redes sociales, para no volver a hacerlo.Desde entonces, la dueña ha delegado en gente de su confianza para encontrar un nuevo inquilino. Mientras, Pablo Iglesias decidía abrir su propio bar y bautizarlo como Garibaldi… que nada tiene que ver con este . Y aquí es donde se cruzan los delincuentes en el camino de ambos locales.Los ladrones intentaron entrar, sin éxito, en el Garibaldi Lounge Club horas antes de que Iglesias inaugurara su Taberna GaribaldiSegún fuentes policiales, varios establecimientos sufrieron intentos de robo hace unos días . En concreto, la noche del domingo 17 al lunes 18, justo la jornada en la que el exvicepresidente del Gobierno inauguraba su tasca. «No consiguieron entrar, pero sí abollaron el cierre. Al día siguiente lo sustituyeron, pero no esperábamos esa pintada porque no tiene nada ver con Pablo Iglesias », relata una vecina.¿Quién ha hecho esa pintada? No queda claro. Los vecinos apuntan a la dueña, que sumó (erróneamente) dos más dos y asumió que el intento de irrupción en su local fue debido a la coincidencia en el nombre con el bar de Iglesias , y pidió a esas personas que tiene delegadas que colocaran un cartel para evitar más problemas. La instrucción se entendió regular y, por eso, dejaron ese «Este local no es de Pablo Iglesias. Por favor, no ‘forseis’ el cierre», errata incluida.¿Quitarán la pintada? «La dueña suele tener bastante cuidado el sitio, pero no sabemos», dice un vecino del portal anexo, que, sonriente, bromea al pasar delante de la pintada para entrar en su casa. «No es el de Pablo Iglesias, no. Y menos mal» .

25 / Mar / 2024 09:44